miércoles, 6 de febrero de 2013

Vaya, esto de hacer la voluntad de Dios en la vida de uno definitivamente no es fácil. Hay tentaciones que lo llevan a caer a uno a cada segundo, y es verdad que en sus propias fuerzas es imposible. Pero yo he visto con mis propios ojos las bendiciones de Dios al hacer su voluntad, y si que quiero eso para mi. Soy débil, lo sé, pero vale la pena luchar por eso. Definitivamente quiero un noviazgo cristiano, cueste lo que cueste, y quiero un matrimonio cristiano también, y sé que si se lo sigo pidiendo al Señor como se lo he pedido todo este tiempo me lo concederá!

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